El primero de ellos fue un simple correo electrónico recibido esa mañana, en el cual un emocionado lector del blog me preguntó: “Analista, ¿cuándo comentas algo sobre el ajedrez? ”
El segundo tuvo que ver con mi encuentro casual con un periodista relacionado al Comité Olímpico Internacional (COI), al cual pude detectarle al verme, un inusual exceso de alegría en su rostro. “Analista, ¿te has enterado? ¡Parece que lo lograremos! ¡Van a aceptar al póker como deporte olímpico!”.
Cuando regresé a mi casa en la noche, lo único que quería era ver algo de deporte. Prendí el televisor y sintonicé, instintivamente, al Worldwide Leader In Sports. El venerado ESPN.
Estaban transmitiendo el Campeonato Mundial de Salsa.
Ese fue el tercer hecho. Y fue el que me llevó a la reflexión.
De repente se me ocurrió algo. Algo que me preocupó. Corrí hacia la biblioteca, cogí mi Diccionario de la RAE (Real Academia Española) y pude comprobar el gran error que se había cometido en la segunda acepción de la palabra deporte:
Deporte
2. m. Recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre.
¿Recreación?
¿Pasatiempo?
¿Placer?
¿Diversión?
¿Quién diablos había incluido esa definición tan estúpida para la sagrada palabra deporte?
¿Consultaron con algún especialista? ¿Pidieron la opinión de algún experto en deporte?
De pronto me di cuenta de que no había vuelta atrás. El daño ya estaba hecho. La RAE le había dado la oportunidad a cualquier organismo internacional de considerar como deporte cualquier actividad por más tonta o inútil que parezca.
Pensé en llamar a reconocidos periodistas latinoamericanos para formar un frente común ante tamaña amenaza. También en comunicarme con el COI para que no sigan cometiendo errores basándose en una definición equivocada.
Sin embargo, me di cuenta de que nada de esto serviría.
Mi única opción era comunicarme directamente con los responsables. Había llegado el momento de expresar mi opinión a los directores de la RAE.
Redacté la carta con una ansiedad enfermiza. Se había puesto en riesgo la credibilidad del deporte mundial.
Les detallo un pequeño extracto de la carta:
Estimados Directores de la RAE,
Como Analista del Deporte, me veo en la obligación de informarles del daño que le están causando al deporte mundial por culpa de una definición incorrecta.
La segunda acepción de la palabra deporte lo detalla como una recreación, pasatiempo, placer o diversión. De acuerdo a su definición, toda actividad por más estúpida o inútil que sea debería ser considerada deporte.
Gracias a su error, el COI está considerando incorporar como deportes olímpicos al ajedrez y al póker. ¿Se dan cuenta de lo que han ocasionado? ¿Son conscientes de que en un futuro cercano podría haber un campeonato mundial de damas chinas transmitido por Fox Sports o ESPN? ¿Cómo diablos narra un periodista una partida de damas chinas? Si el póker está siendo considerado un deporte, ¿también lo será el Black Jack, el Solitario o el Ocho Locos? Para el campeonato mundial de Ludo, ¿tendrá que haber control antidoping? Si sale positivo, ¿cómo se le castiga al jugador? ¿Lanzando sólo un dado? ¿Recomiendan transmitir los partidos de dominó en High Definition? ¿Qué sucede si debido al tiempo que podría demorar una partida de Monopolio se pierde la señal del satélite? ¿No creen que un campeonato mundial de Risk podría incentivar una tercera guerra mundial?
Su definición a la palabra deporte es una falta de respeto a todos los verdaderos deportistas a nivel mundial, a los periodistas calificados y a los expertos en deporte.
Les exijo que corrijan este error. Ustedes me dirán que no es fácil encontrar una definición que logre que se respeten los requisitos que deberían considerarse.
Les propongo una definición muy sencilla:
Deporte
2. m. Actividad física en la cual no es posible destacar si se cuenta con más de 50 kilos de sobrepeso.
Así de simple. No necesitamos más. Con este único requisito se logra el objetivo. Analícenlo. Verán que es una definición perfecta para descartar todas esas actividades que el COI nos quiere imponer.
Todos los verdaderos deportistas se lo agradecerán.
Atentamente,
El Analista del Deporte
Esta fue la carta que envié. Sigo a la espera de una respuesta.
Independientemente a la respuesta que me den, creo que mis lectores ya se han dado cuenta del tipo de deporte que será analizado en este blog. He impreso mi nueva definición y la tengo enmarcada en mi escritorio.
Desde ese día, mi diccionario de la RAE tiene una página menos.
Ese mismo día, después de escribir la carta, me fui a la cama. Repetí la palabra varias veces. Deporte. Una palabra hermosa. Una palabra con personalidad. Deporte. Siete letras que juntas significan tanto.
Cuando la repetí por última vez antes de dormir, me di cuenta de que probablemente había cometido un error con mi definición.
El deporte no es una actividad. Es un estilo de vida.
